Todo comenzó en el Canal de Castilla, en las esclusas, el mayor salto de agua de esta increíble obra hidráulica, donde a finales del siglo XIX llegó Petronila para trabajar como primera panadera Salazar, desde entonces y durante cinco generaciones, el apellido Salazar ha permanecido vinculado al pan y a la repostería artesanal.
Al frente de la panadería Salazar se encuentra César Salazar, que mantiene el legado de su tatarabuela Petronila, su bisabuelo Feliciano y sobre todo de su abuelo Julio y su padre José María, conocidos y queridos por todos, y de quienes aprendió el amor y los secretos de la profesión de panadero.
“Son muchas las anécdotas e historias que a través del oficio de panadero hemos ido atesorando: como cuando mi abuelo iba con su carro y la mula que paraba sola en cada casa, porque se sabía el itinerario del reparto; la época en la que las mujeres del pueblo venían a hornear las pastas de su casa a nuestra panadería o cuando se cedía el horno para hacer un lechazo en ocasiones especiales”, cuenta César.
Todos los días a las 10h de la noche comienza la magia. El obrador de la calle de la Plata se enciende y el equipo de panaderos y reposteros empiezan la faena para que a las 6.30h de la mañana comience el reparto y esté todo preparado para la apertura de la panadería. Desde esa hora, además, están disponibles ya los desayunos: los dulces y los salados, que combinan piezas de bollería artesanales y pulgas de jamón y tomate, entre otras. Las empanadas, también se cuelan en la primera comida del día: la de atún, cecina y bacalao, por ejemplo.
Pero los panes son los reyes, cada proceso y cada elaboración llevan la tradición y la modernidad unidas para sacar el mejor producto. Entre los especiales destacan, el de espelta, el de tritordeum y semilla de amapola, el de pasas y nueces, el de chocolate y naranja, el de aceitunas, el candeal o la fabiola de Palencia, entre otros.
Desde Salazar, se presta servicio a restaurantes de Palencia y Valladolid que encargan a diario panes especiales, muchos de ellos, personalizados para completar la experiencia gastronómica.
“Los restauradores confían en nosotros porque somos capaces de adaptar el producto a sus necesidades, ya sea por ingredientes, tamaños, etc. Entre nuestros clientes se encuentran: la Hostería de los Palmeros en Frómista, o Ajo de Sopas y Restaurante Terra, en Palencia”.
Desde niños, hemos aprendido el arte de hacer pan, cultivando un profundo respeto y cariño por este alimento natural y nutritivo, esencial en la historia de la humanidad. Fueron mi abuelo Julio y mi padre quiénes me enseñaron este oficio aquí en Frómista, donde se encuentra nuestro obrador y nuestro hogar.
Yo me formé en Químicas en Burgos y tras pasar un periodo laboral en otro sector, decidí volver a Frómista para encargarme del negocio familiar. Durante varios meses amplié mi formación en la Escuela de Panadería de Madrid y, al finalizar, regresé a mis orígenes aportando tendencias innovadoras para mejorar el proceso de elaboración de pan y repostería. Además, mantengo una formación constante y comparto con personas y colectivos cómo hacer pan saludable para disfrutar de sus innumerables beneficios.
Me siento afortunado y agradecido por dedicarme a un oficio que me gusta y que espero poder compartir con las generaciones futuras.
Salazar dispone de tiendas propias en Frómista y en Palencia capital (Padre Claret). Además, provee de pan a establecimientos y restaurantes en Palencia, Valladolid y Madrid. Si tienes un establecimiento de hostelería y quieres probar nuestros productos, ponte en contacto con nosotros.
C/ La Plata, 2
Frómista – 34440 Palencia
PEDIDOS: +34 979 81 00 86
C/ Padre Claret, 9
34004 Palencia
PEDIDOS: +34 627 950 772